El
Valor de Valores
Por:
Víctor
Yaotzin Torres López
En días pasados me
encontraba en el sofá de mi casa reflexionando acerca de la palabra “Humildad” lo que implica en todo el
sentido amplísimo de la palabra y lo que conlleva a ella. Analizando también algunos
estudiosos de la vida, como lo es Claudio Paolillo, Freud Alfred Adler, Kant,
entre algunos otros que dan definiciones en forma de esbozo, pero que en
especial me gustó mucho una lectura que habla a mayor profundidad el sentido de
la “Humildad” y es del Dr. Andrés
Flores Colombino.
Una destacada persona, Médico
de profesión, Uruguayo, quien además ha escrito una diversidad de obras
importantes, una persona realmente excelsa en temas de opinión como el Dr.
Flores Colombino, él decía: “Ser humilde no significa humillarse, rebajarse ni
negar las propias virtudes o capacidades, pues se haría énfasis en uno solo de
los polos, el de asumir los defectos, que también implica humildad, pero para
ser auténtica, la humildad no debe ser consecuencia de la baja autoestima o de
la mala opinión que se tiene de sí mismo, o de la necesidad masoquista de
sentirse inferior.”
Y la verdad es que dando
sentido puro de esta palabra la humildad tiene que ver con un sentido de valor
moral que implica el reconocimiento de los errores, el reconocer las virtudes
sin necesidad de vanagloriarlas, sino más bien de atender la parte más errónea que
tenemos de nosotros mismos y que nos da calidad humana, tiene que ver con
nuestro interior, pues la humildad es sinónimo de sencillez y sociabilidad con
nuestros semejantes y es “contra natura”
el esconderse y tomar una actitud de inferioridad o humillarse, pues estas
conductas no forman parte de la “Humildad”.
Es valor de los valores,
porque es la base fundamental para poder trascender en cualquier escenario que
se nos presente en la vida, si tenemos presente lo importante que es este
valor, nos hará queridos, pues la “Humildad”
también implica el concepto de amor y es dejar atrás el “YO” generalizado que se desprende de la vanidad de cada ser
interior de las personas.
El Dr. Andres Flores
Colombino describe también en su lectura que no se debe actuar con una actitud
de “mojigango” lo que mejor dicho es
no se puede falsear la humildad, pues es algo que en el ser humano no se
afronta con una actitud de engaño, sino que atañe al individuo “per
se”.
El valor de los valores como
lo describo en esta sencilla reflexión no tiene tampoco que ver con actitudes mediocres,
ni ser ínfimos ni agacharse, sino más bien es encontrarnos con nosotros mismos
para poder ser mejores seres humanos, para poder sentirnos bien con nosotros
mismos, tratar a las personas con respeto y sobretodo ponernos en los zapatos de
los demás, esa empatía de sociabilidad nos hará sentirnos plenos.
San Agustín decía: “Para
llegar al conocimiento de la Verdad hay muchos caminos: el primero es la
humildad, el segundo es la humildad y el tercero, la humildad”.
Entonces pues, apliquemos en
la vida diaria, este valor de valores, parte central de ella como lo decía “Kant”,
actuemos con más comprensión y sobretodo demos más importancia a nuestros
defectos y errores, para poder cambiar lo que tenemos que hacer, pues el ser
humano está en constante evolución, pero debemos modificar para bien, para
estar en plena paz con nosotros mismos y con todo aquello que nos rodea.
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